Pero ya era tarde, muy tarde...
Caminaba sola por las penumbras de la noche, con la mirada perdida y el corazón helado.
Ya no sentía, su cuerpo se movía por instinto, en su mente deambulaban inconscientes pensamientos inquietos.
Y allá afuera, alguien se reiría de su locura?
Rencor, orgullo y poder.
Qué es bueno, ser fuerte y agresivo o frágil y débil?
En una pequeña instancia de su cerebro, se daba muerte... A ella, o a la gente que la miraba sin compasión.
Todo era oscuro y vacío, miraba alrededor, pero no veía nada...
Y por un segundo, quedó paralizada al oír una linda voz que repetía una y otra vez:
´´...Abandona tu cuerpo, yo te vengaré...´´
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